viernes, 26 de febrero de 2021

La chica danesa



Una película conmovedora en la cual su director, Tom Hooper, vuelve a mostrar su gran sensibilidad en el manejo de historias reales que no dejan al espectador indiferente ante la complejidad y sufrimiento del ser humano. Después de “El discurso del Rey” nos ofrece esta extraordinaria versión del caso de Lili Elbe, un transexual de principio de siglo pasado. Einar y Gerda Wegener fueron una pareja de artistas daneses que contrajeron matrimonio en 1904 y atravesaron juntos el descubrimiento de una sexualidad desconocida por el discurso médico y reprobada por la sociedad. Las actuaciones de Eddie Redmayne como Einer y Lili es sencillamente magistral. Pero la que cabe destacar como una verdadera actuación extraordinaria es la de Alicia Vikander como Gerda, con ese toque femenino tan especial, su ternura y amor incondicional. La ambigüedad en su manifestación sensual.

Las dificultades de la sexualidad en su máxima manifestación. No es tan simple como que la biología nos determina en relación al lugar que queremos ocupar como hombres y mujeres. Nos tenemos que hacer en cuanto a cómo queremos se nos vea y ame; decisiones que vamos tomando en la vida orientados por las experiencias de goce y que muchas veces se transforman en verdaderos tormentos para el que tiene que decidir por una sexualidad no determinada por lo que se espera. Este drama existencial que todavía hoy se debate en el mundo, a principio del siglo pasado comportaba riesgos de muerte. La sociedad no admitía la diferencia y el psicoanálisis estaba dando sus primeros pasos. La ciencia médica mantenía su discurso de catalogar estos cuadros como patológicos y aplicaba cualquier tipo de tratamiento bárbaro a estos seres perdidos en su propia “ciénaga” como Einer describió su propio padecimiento. Es en este ambiente donde se desarrolla la vida de dos artistas excepcionales que rompen las barreras de lo “permitido” no solo en sus vidas privadas sino en el arte que expresan. La historiadora de arte española Beatriz Sánchez Santidrián describe esta época como “una promesa, la de la transformación en el modo de concebir la creación, la de la llegada de un estado de absoluta autonomía creativa, de autoafirmación del yo del autor, la encarnación del arte, puro y genuino, un arte libre de imposiciones, ajeno a las reglas, subversivo y antiburgués”.

No es de extrañar, entonces, que dos seres adscritos a un discurso que intenta romper las barreras de lo convencional, se ayuden mutuamente a no permitir que sus vidas queden paralizadas por el miedo inspirado “por lo que debe ser”. Es precisamente Gerda quien ayuda que “Lili” salga a la luz y no quede opacada por un Einer sufriente. El matrimonio sufre los estragos de la manifestación de los deseos, pero se trató de un matrimonio marcado, más que por el goce sexual, por la camaradería de sus espíritus rebeldes. En este caso presenciamos una problemática no solo de identidad sino de goce; Lili gozaba con la mirada masculina, quería ser amada como una mujer. En cambio Gerda jugaba a la ambigüedad, quería ser amada por un hombre pero al mismo tiempo hace de su arte la manifestación del amor lésbico. Lili se convierte en la modelo que la catapulta en el mundo artístico. Amaba tanto a Einer como a Lili. Podríamos expresarlo como una manifestación radical del amor, en el cual el sexo interviene como un error sin poder destrozarlo. El empuje hacia el lado femenino que clama por su manifestación y que dos mujeres reconocen de inmediato: Greda en primer lugar y Anna Larsen (la original modelo) quien manifiesta con toda claridad “Einar, o bien en otra vida has sido mujer, o la Naturaleza se ha equivocado contigo esta vez”. La mujer que no retrocede ni se asusta ante la manifestación del otro goce.

Es este reconocimiento pleno de la sexualidad femenina lo que hace a Gerda reconocida en el mundo del arte. Pablo Ortiz de Zarate escribe sobre las obras de Gerda “una de las primeras artistas en pintar a las mujeres no como sumisos objetos de deseo para los hombres, sino como personas independientes y fuertes. Las chicas de sus cuadros se muestran sensuales, incitando con la mirada al espectador y siempre dispuestas al filtreo, pero al mismo tiempo conscientes de su poder sobre el sexo opuesto y encantadas de utilizarlo”. De esta misma forma la película nos atrapa en esta seducción de imágenes, explosión sensual, miradas, gestos e insinuaciones de gran delicadeza y glamour femenino. Todo ello en un drama que no pierde fuerza en ningún momento de su desarrollo. Una manera magistral de hacernos ver lo que el psicoanálisis, con gran esfuerzo, introdujo en el mundo como una verdad sobre la sexualidad que ya no puede ser desconocida: las vicisitudes del discurso sexual, su error implícito y las posibilidades creativas en sus manifestaciones inéditas donde especialmente hace su aparición la mujer.

Einer como Lili ya no vuelve a pintar, queda totalmente tomado por su figura femenina y por la mirada del espectador, “Lili no es artista” su arte será su imagen femenina. Sin embargo, su terquedad por querer ser madre nos revela su aceptación de no quedar atrapada por otro posible error de querer ser “La mujer” para todos los hombres. La maternidad puede ser también la aceptación de la castración que no solo busca en las cirugías, sino en el deseo de un hijo. La vida no le dará esa oportunidad. Quizás fue víctima de sus ciénagas internas, quizás buscó una solución errada, quizás confundió el discurso con lo real, quizás le costó la vida, quizás… Pero vale la pena preguntarse, si con mayor o menor intensidad, ¿no es este el drama de todos los seres humanos? El error implícito de toda sexualidad.

Geldre no lo salvó, optó por dejarlo volar.

Disponible en Netflix.

 

viernes, 19 de febrero de 2021

Malcolm y Marie



Curiosa película que se rueda en plena pandemia observando medidas de máxima protección. El rodaje dura tan solo dos semanas y a todos los participantes, 12 en total, se les exigió una cuarentena de dos semanas antes de comenzar la filmación. En el ínterin se les hizo pruebas de COVID y se les dotó de equipos especiales de protección. La dirección y guión es de Sam Levinson que dará de qué hablar en las premiaciones de este año 2021. Dos actores en escena Zendaya y Jhon David Washington en una intensa dinámica de interacción. La ambientación, música y vestuario serían los magistrales actores de reparto que acompañan y ayudan a los protagonistas. Es prácticamente un monólogo de a dos que muy bien encajaría en una obra de teatro. Una pareja interactuando en una intensa discusión y una bellísima puesta en escena pueden cautivar al espectador a lo largo de todo el metraje, 106 minutos.

Para destacar el diálogo que se desarrolla entre la pareja todo es reducido a la mínima expresión con un manejo y visión de gran sensibilidad artística. El vestuario se reduce a un hermoso vestido metalizado de fiesta y unos zapatos de tacón con los que vemos a Zelaya preparándole la cena a Washington. Una ropa interior muy simple, unas bragas y una camiseta blanca, un kimono es todo lo que lleva Zelaya para verse espectacular en todo momento. El ambiente de lujo es una casa, la Caterpillar House del arquitecto Jonathan Feldman. Es una vivienda privada construida en una colina al norte de California. Una sola planta con grandes ventanales que le dan expansión hacia el exterior. La dirección artística y fotografía dejan embelesado al espectador desde la primera toma. La música, la decoración, el vestuario son todos los componentes utilizados magistralmente para acompañar al ritmo de discusión de la que trata toda la película.

En esta película asistimos a una discusión de pareja que se desencadena al llegar a casa después de la celebración del estreno de la película de Washington. Hay un reclamo fundamental que los lleva a una interminable pelea que tiene sus altos y bajos marcando un ritmo de explosiones y distenciones. Una pareja que deposita un peso de equilibrio precario en la relación, donde se detestan a ratos, pero teniendo claro que se necesitan y desean. Montan al espectador en una montaña rusa de emociones y pasiones que puede llegar a ser mortal al mismo tiempo que vital. Recuerdan la fascinante película “Quién le teme a Virginia Wolf” con Liz Taylor y Richard Burton. Típicas relaciones de seres que han sufrido y que hace de su unión una condensación del dolor, pasionales al extremo que se tornan peligrosos si no son capaces de contener el río de agresiones intensas que desbordan.

Levinson sabe darle a esta puesta en escena un dinamismo que no decae durante su recorrido. Magistralmente actuada a pesar de lo difícil que puede resultar transmitir la emoción adecuada que se resaltan en la filmación con planos sostenidos. No es difícil sentirse identificado en algunos de sus largos diálogos, reclamos y recuentos en las dificultades de una pareja. Podríamos decir que encontramos lo cotidiano en las dificultades de una pareja y la forma de expresarlo de forma inadecuada por el desborde de pasiones. Sin duda una gran película con un gran valor artístico.

Disponible en Netflix.

 

viernes, 12 de febrero de 2021

Milada



Milada Králová nace en Praga el veinticinco de diciembre de 1901 en el seno de una familia sencilla. Fue una abogada reconocida por sus luchas constantes contra los regímenes nazi primero y después el comunista que oprimieron y maltrataron a la población checa. Al finalizar la guerra viven un periodo corto de libertad, durante el cual Milada ingresa al Parlamento. En 1948 se desarrolla un golpe de estado y los comunistas toman el poder. Dimite entonces de su puesto en el Parlamento y se une a los movimientos de oposición al régimen. El 27 de setiembre de 1949 la arrestan y la condenan a muerte. En 1950 la ejecutan a pesar de que personalidades del mundo, Albert Einstein, Winston Churchill, Sartre, Vicent Auriol, Eleanor Roosevelt piden clemencia. La ejecución fue catalogada como “un asesinato judicial” ordenado por Stalin. Jana su única hija tenía 17 años y Milada 48.

El 27 de junio le dieron 20 minutos para ver a su hermana y su hija antes de que la ahorcaran. La absuelven de todas las acusaciones póstumamente en 1991, cuando el presidente Václav Havel le concedió la Orden de Tomáš Garrigue Masaryk, el más alto honor hecho por contribuciones destacadas al desarrollo de la democracia, humanidad y derechos humanos. Sus restos nunca fueron encontrados. Tenía tres hermanos, Marta, George quienes fallecieron en la primera guerra mundial y Vera quien será de un gran apoyo a lo largo de su vida.

La vida de esta interesante mujer es llevada al cine (2017) por el director checo David Mrnka. Se basa principalmente en las memorias de la hija de Milada, Jana quien asiste al estreno de la película. Las actividades que lleva a cabo desde muy jovencita no son relatadas en la película, sus actividades en la Cruz Roja y la ayuda en la que actuó para facilitar escapar a otros compatriotas de las barbaridades nazis y comunistas. Funda un periódico que aun hoy se publica, Vlasta. Fue una destacada figura académica y política en una época en que no había mujeres en esos ámbitos. De hecho, fue la única mujer condenada a muerte en la Checoslovaquia soviética. Después que termina sus estudios universitarios contrae matrimonio con Bohuslav Horák quien junto con ella trabajan en la resistencia. Son descubiertos y llevados a distintas cárceles. Estuvo dos años recluida en diferentes penitenciarias alemanas y en un campo de concentración, Terezín. Al final de la guerra fue cuando pudo reunirse nuevamente con su marido y su hija.

Deja una carta para su familia la cual entregan 40 años más tarde. En ella escribe:

"Los pájaros se están despertando ya - empieza a amanecer. Voy con la cabeza erguida - hay que saber perder. No es una vergüenza. Incluso el enemigo no pierde el honor al ser veraz y honrado. En la lucha se cae, pero la vida no es otra cosa que una lucha" es una película con la que nos identificamos por el momento que vivimos. Milada es un vivo ejemplo del deber de no flejar en el deseo, de una ética sin titubeos y nos muestra en toda su terrible dimensión el dolor de persistir.

La película tiene el gran valor de dar a conocer a una mujer de gran valía en las luchas interminables contra los totalitarismos y el sufrimiento de los pueblos. Cuenta con excelentes actuaciones y dirección.

Disponible en Netflix.