viernes, 24 de febrero de 2023

Alza arriba cuerpo cobarde

Ignacio Ayala y Belén Fontúrvel


Por qué será que a las mamás les dio por no dejarlo dormir a uno. En vacaciones te levantaban temprano, cuando podías dormir sin tener obligaciones. “Estás perdiendo el tiempo, más tarde me lo agradecerás que formé en ti el hábito de la disciplina”. Nunca lo entendí y menos ahora que no puedo dormir con ese sueño profundo y reparador. Duermo, pero no igual. Pero eso no es toda la tortura a la que fui sometida, no me había acabado de despertar cuando esa voz que me perseguía comenzaba con su cantaleta de “tiende la cama, ¿ya la tendiste? o lo vas a dejar para cuando ya te tengas que acostar otra vez”. Me atormentaba ese dinamo que no cesaba de dar órdenes hasta que anunciaba que me iba a casa de una amiga. “¿Cómo? Es que ya tu no vives aquí, tienes esta casa como un hotel. Anda y vete, múdate de una vez”. No hacía ningún caso a su sarcasmo y agarraba la de San Diego.

Tenía de mi parte a mi papá que era mi cómplice. Es por ello que crecí con un vocación pro hombres absoluto, siento una total inclinación por el sexo masculino, quienes me fascinan. Me hice más mujer y muy coqueta pero nunca se me ocurrió cambiarme de sexo. No estaba de moda, no circulaba la idea, pero por rebeldía y poder fastidiar a mi mamá lo hubiera hecho. Menos mal que no tenía tal posibilidad porque hoy estaría muy arrepentida. Por el contrario, reafirmé mi condición de mujer y me hice coqueta y atractiva. Quise asegurarme que siempre tendría un pretendiente rondando y así fue. Me hice el hábito de vestirme siempre de forma variada y llamativa, de hecho, me gané esa fama. Mi papá en son de juego decía veremos con cual disfraz llega hoy, mientras mi mamá lo veía como recriminándole “por tu culpa esa niña es así”. Qué pesada se me hacía mi mamá, pero con el tiempo la amé.

Cuando me casé, lo que hice siendo muy jovencita se hizo gran compañera y confidente. Me mostró una ternura y sabiduría natural que me enternecía. Aunque nunca perdió del todo esa tendencia a mandar y a recibir su “tate quieta” ¿Por qué no fue así siempre? tampoco lo entendí, nos hubiéramos ahorrado muchos pleitos y rivalidades. Chiquita para vengarme me quedaba muda hasta exasperarla. Cuando llegaba mi papá comenzaba nuevamente a hablar. No les cuento cuando se quedaba sin la señora que limpiaba, cómo se ponía; a correr se ha dicho.

Adoraba cuando salíamos de vacaciones por dos meses, llenaba su camioneta de muchachos y arrancaba. Íbamos para una casa de un tío en los Corales y pasábamos el día en Puerto Azul. Como allí nada la molestaba podíamos hacer lo que quisiéramos. Solo nos acercábamos a comer y de resto en la piscina o en el mar. En la noche íbamos al bowling o veíamos la película que pasaban al aire libre, cada quien con su sillita. Allí se cambiaban los guiones, mi papá se iba los fines de semana y quería que tuviéramos cerca todo el tiempo. Era muy nervioso y temía que algo nos pasara, así que respirábamos, cuando regresaba nuevamente a Caracas, los lunes. Nunca dejaba de trabajar para poder mantener ese familión y lo hizo muy bien, vivimos, si bien con la estricta administración materna, de forma muy holgada, nada nos faltaba nunca.

Mi mamá fue siempre más aventurera y eso me encantaba. En la casa vivía un tío de ella, tío Mino, que era muy divertido y tremendo que inventaba locuras que a mi mamá le encantaban. Cuando cayó Pérez Jiménez las casas de los perezjimenistas fueron saqueadas. Al lado y enfrente vivían dos de ellos y mi tío fue a fisgonear que tenían para traerse. Descubrió dos cajas de wiskis que en seguida negoció con los guardias, como ya estaba viejo fue trayendo las botellas de dos en dos y mi mamá en la puerta de la casa las agarraba. La fiesta se les acabó cuando llegó mi papá que formó un lío de padre y señor mío. ¿Qué necesidad tienen ustedes de eso? buscando que les metan un tiro. Todavía estaba muy alborotado el ambiente. Ellos por lo bajito se reían y se iban a brindar por su hazaña.

Fueron tiempos muy gratos los que viví en mi infancia y los recuerdos son interminables.

 

 

viernes, 17 de febrero de 2023

Tar



Una película de 2022 dirigida por Todd Field. Nos presenta la vida Lydia Tar una destacada directora de la filarmónica de Berlín. Una mujer muy compleja que juega al rol de ser la mejor y más destacada por encima de cualquier otra mujer. Esta máscara difícil de portar terminará enloqueciéndola. La película la presenta en la cúspide de su carrera mostrando con arrogancia y desparpajo lo superior que cree ser. Termina siendo víctima de sus propias exigencias. Lydia es interpretada por Cate Blanchett en una magistral actuación, capaz de representar sus máscaras con gran soltura y naturalidad. En realidad, son muchos los personajes que tiene que representar en uno solo.

Lydia viene soportando una gran carga por mostrarse distinta y creer que tiene carta blanca para tratar a los otros como seres inferiores y equivocados. De esta forma beja a uno de sus alumnos y seduce a su antojo a integrantes de su orquesta. Produce de esta forma un gran malestar. Reta a las convenciones sociales con su condición de lesbiana. Todo en ella es como una mentira menos su gran pasión por la música. Es una mujer atravesada por profundas contradicciones, pero las alturas en la que se sitúa le impiden ver.

Su espose Sharon (Nina Hoss) primera violinista de la filarmónica tiene que sufrirla tanto en su casa como en la orquesta mientras ella coquetea descaradamente con otras mujeres. Provoca escándalos de índole sexual y se ve envuelta en el suicidio de una joven colega. Todo estos acontecimientos alejan a Sharon que se muda con su pequeña hija. Esta niña juega un papel muy importante en la vida de Lydia; se podría decir que junto a la música es su único pie a tierra. Lo único que la hace sentir vulnerable.

Viéndose sola sufre de un colapso nervioso la noche de la presentación de su gran obra. Es sacada del escenario y se va a su casa de infancia, coloca un VHS en donde Leonard Berstein, su mentor, habla sobre el significado de la música. Es allí cuando la vemos que dos lágrimas corren por sus mejillas. Se caen las máscaras y aparece la Lydia vulnerable, la necesitada.

Es una película compleja con miles de detalles, con diálogos complicados y argumentos enredados de desentrañar. Al mismo tiempo de una gran belleza y música que transporta a un mundo armonioso y afinado. Si el personaje es contradictorio la película también lo es. Es una película que no debe perderse aunque solo sea para gozar de su estética.

En este momento está en cartelera en varios cines de Caracas.

 

viernes, 10 de febrero de 2023

3 vallas en las afuera



Realizada en 2017 en Inglaterra. Dirigida por Martin McDonagh, con todo el esplendor del humor negro exquisito que hace inconfundibles sus películas. Una extraordinaria actuación de Frances McDormand como Mildred Hayes, Bill Willoughby como el jefe policial Bill Willoughby y Sam Rockwell como Jason Dixon, para mencionar solo los más destacados.

Mildred Hayes, una madre de 50 años decide regresar a su pueblo, Ebbing, para investigar la muerte y violación de su hija de 15 años. Ya han pasado 10 años y al parecer allí no se ha hecho una investigación seria. Una mujer con toda la determinación posible dispuesta a llegar hasta las últimas consecuencias. Llena de rabia nada la detiene y puede utilizar cualquier arma que esté a su alcance. Dispuesta a saber ya no tiene vuelta atrás, sabrá, pagando las consecuencias, nada le importa, ni la conmueve.

Su primer paso será contratar tres vallas que están en la carretera a la entrada del pueblo. Culpabiliza a William Willoughby de no haber tenido la voluntad para encauzar y llevar a cabo la investigación. Willoughby sufre de cáncer de páncreas terminal, lo cual no la conmueve ni la limita en ningún sentido. 

Las vallas producen el efecto esperado, todo el pueblo se involucra en este caso. Causan gran revuelo y despiertan una gran cantidad de detractores a los que Mildred enfrenta. Pera ya todos están pendientes de cualquier detalle que pueda delatar al violador y asesino. Una conversación en un bar, oída por otro de los presentes, precipita los hechos finales. Un tema que por lo demás está en vigencia hoy, el combate al maltrato a la mujer. En esos tiempos mediados del siglo pasado  -en un pueblo ingles- reinaba una cultura machista.

La película con todo este contenido dramático tiene escenas divertidas y asombrosas como es la característica en la dirección de Martin McDonagh. Un diálogo inteligente y personajes bien construidos. Lo grande de esta película es que no trata de impresionar. Recomendamos también “Los espíritus de la isla” comentada la semana pasada y “Perdidos en Brujas” que pronto será objeto de otra reseña; del mismo director con un mismo y extraño encanto. Muy recomendables las tres.

Hay que buscarla.