Mi policía

Película de 2022 dirigida por Michael Grandage con guión de Ron Nyswaner. El mismo director que realizó “El editor de libros” con Colin Firth, Jude Law y Nicole Kidman, con la que llegó a estar nominado al premio Goya como mejor película europea. El guionista, por otra parte, estuvo nominado al Oscar con Philadelphia, con Tom Hanks y Antonio Banderas. Una película sobre el sida, la enfermedad y la muerte. Fascinante e impactante con una música extraordinaria.

Mi policía es una novela escrita por Berthan Roberts que recibió muy buena crítica. Ambienta en la década de los 50 cuenta la historia de Marion y Tom una pareja de jóvenes que se conocieron en el muelle de Brighton y pensaron que ese amor sería suficiente para vivir sin persecución y miedo. Pero sabiéndose homosexual este plan evasivo era muy difícil. Efectivamente se encuentra con Patrick y surge un amor de inmediato. Trata, siendo policía, de aferrarse al amor de Marion lo que los lleva a vivir en un trío que los hace infelices.

Los papeles protagónicos son interpretados por dos actores de diferentes edades dado que la película los presenta en diferentes épocas. Harry Styles y Linus Roache son los encargados de dar vida a Tom, el policía que se ve abocado a vivir una mentira en un mundo intolerante. Emma Corrin y Gina McKee serán quienes den vida a Marion en dos momentos diferentes de su vida. David Dawson y Rupert Everett serán Patrick en esta ficción. A pesar de que cada uno de los personajes tendrá dos rostros diferentes, Mi Policía se centrará en los años de juventud.

Además de muy buena actuación, la película conserva la línea principal de los cambios, sufrimientos y amor de los protagonistas sin desviarse a señalar la cesura de la época. La muestran, pero no se detienen en una crítica política. No es necesario agobiar con tesis psicológicas o sociológicas dado que es suficiente observar la infelicidad que producen y lo vano que resultan las restricciones. Un triángulo amoroso muy bien ejecutado que no se resuelve sino hasta el final. La película mantiene la interrogante por su resolución hasta el final.

Se encuentra en Amazon Prime Video.

Marguareando se despide hasta enero deseándole Felices Navidades y que disfruten del mundial de fútbol.

 

 

 

El buen patrón

Una película española del año 2021 candidata a los premios Goyas. Dirigida por Fernando León Aranoa con un guión del mismo. Un acertado reparto, destacándose la actuación de Javier Barden como Javier Blanco, dueño de una empresa de balanzas y Almudena Amor quien también se destaca en su papel y actuación.

Es una buena comedia ácida que hace crítica, en tono jocoso, a las organizaciones empresariales y la superioridad de sus dueños con su poder de despedir personal y sortear las reacciones de los enemigos. Al fin y al cabo, se han planteado estas relaciones laborales como un constante conflicto. Para que le otorguen un premio se necesitaría poder entender un humor español muy particular que a mí me cautiva.

Blanco está esperando la visita de una comisión que decidirá la obtención de un premio local a la excelencia empresarial. Trata de arreglar problemas existentes para que todo esté perfecto para la visita. Pero contrario a sus deseos todo se le va complicando más. Es una película que pareciera ligera, pero contiene un trasfondo ideológico narrado sin dramatismo de ninguna especie. Barden interpreta un personaje que bordea el cinismo retorciendo la realidad que lo rodea para conseguir sus objetivos, manipula de una manera hábil que le dan la apariencia de ser justo en sus decisiones.

Un manejo ingenioso y muy sutil de las relaciones de poder y la complicada red de jerarquías. Comienza a equivocarse cuando mezcla los conflictos laborales con los personales. Dinamita amistades que parecían inquebrantables por el beneficio de la empresa. Una balanza le sirve como símbolo que se le devuelve desde la realidad la imposibilidad de un total y perfecto equilibrio.

El defecto que le encuentro a toda producción española es la dicción y audio. Se hace difícil etender.

Al que le guste ese humor español y sus finas ironías no puede dejar de ver esta película.

Argentina 1985

Una extraordinaria película (2022) dirigida por Santiago Mitre, guión de Santiago Mitre y Mariano Llinás. Una actuación inmejorable de Ricardo Darín como Julio Strassera y Peter Lanzani como Luis Moreno Ocampo, son las actuaciones mas destacadas, protagonistas de esta historia. Representan a los fiscales que llevaron a juicio a la mas sangrienta dictadura militar argentina. Bajo amenazas y graves peligro persisten con un coraje admirable.

Era la primera vez que un tribunal civil sentaba en el banquillo de los acusados a una cúpula militar corrupta y perversa que convirtió la tortura y crimen de miles de ciudadanos en política de estado, mantuvieron a la sociedad viviendo bajo un estado de terror y sometimientos humillantes y dolorosos. Los asesinos llevados a juicio fueron Rafael Videla, Orlando Ramón Agosti, Emilio Eduardo Massera, Roberto Eduardo Viola, Omar Graffigna, Armando Lambruschini, Leopoldo Fortunato Galtieri, Basilio Lami Dozo y Jorge Anaya.

Los hechos reales son narrados en la película con todas las presiones, angustias, miedos diarios hasta el día que se emitió la sentencia. Las emociones lo absorben a uno hasta tal punto que se puede sentir la tensión y la distensión casi eufórica del final. La película es suavizada un poco con un fino humor perfectamente medido que no le quita solemnidad al drama. Reproduzco la parte final del discurso de Strassera que lo pronuncia Ricardo Darín al final del juicio para estremecernos profundamente y despertar nuestras conciencias.

“Por todo ello, señor presidente este juicio y esta condena son importantes y necesarios para la nación argentina, que ha sido ofendida por crímenes atroces. Su propia atrocidad torna monstruosa la mera hipótesis de lo impunidad. Salvo que la conciencia moral de los argentinos haya descendido a niveles tribales, nadie puede admitir que el secuestro, la tortura o el asesinato constituyan “hechos políticos” o “contingencias del combate”. Ahora que el pueblo argentino ha recuperado el gobierno y control de sus instituciones, yo asumo la responsabilidad de declarar en su nombre que el sadismo no es una ideología política ni una estrategia bélica, sino una perversión moral. A partir de este juicio y esta condena, el pueblo argentino recuperará su autoestima, su fe en los valores sobre la base de los cuales se constituyó la Nación y su imagen internacional severamente dañada por los crímenes de la represión ilegal...Los argentinos hemos tratado de obtener la paz fundándola en el olvido, y fracasamos: ya hemos hablado de pasadas y frustradas amnistías. Hemos tratado de buscar la paz por la vía de la violencia y el exterminio del adversario, y fracasamos: me remito al período que acabamos de describir. A partir de este juicio y de la condena que propugno, nos cabe la responsabilidad de fundar una paz basada no en el olvido sino en la memoria; no en la violencia sino en la justicia. Esta es nuestra oportunidad: quizá sea la última. Señores jueces: quiero renunciar expresamente a toda pretensión de originalidad para cerrar esta requisitoria. Quiero utilizar una frase que no me pertenece, porque pertenece ya a todo el pueblo argentino. Señores jueces: “Nunca más"

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