Una película francesa de 2023. Dirigida por Justine Triet quien nos presenta una película que aparentemente es de juicios, pero realmente es una muestra de lo difícil que es penetrar y conocer el lado oscuro del alma de una persona. Actuada principalmente por Sandra Hüller Samuel Theis y Milo Machado Graner.
Sandra es una escritora alemana que vive con su esposo francés y su hijo Daniel de once años, se van a vivir un tiempo a un sitio remoto, aislado en los Alpes franceses. El éxito actoral que sin duda tiene este largo metraje radica principalmente en la relación que tiene Sandra con su hijo Daniel. El trabajo actoral de ambos es grandioso. Sandra es un personaje misterioso del principio al fin, no es fácil adivinarla en su misterio femenino. Contradictoria sin teatralidad uno no puede acercarse a ella por más vuelta que se le dé. Es curioso que los dos protagonistas tengan los mismos nombres en la realidad y en la ficción; se hace énfasis en la línea difusa que separa ambos planos para afianzar certezas. Sandra posee una simpatía con un dolor muy grande que desconocemos.
Samuel cae de un tercer piso de su propia casa en donde es encontrado por su hijo que sufre de una discapacidad visual y que llegaba de su paseo con su perro. Desde el comienzo se sospecha de la esposa y comienza un juicio donde nos vamos enterando de los pleitos y desavenencias del matrimonio, principalmente por una grabación que había hecho el mismo Samuel. Todo ello es presenciado por Daniel a quien se le va cayendo su mundo infantil. Es extraordinario observar como cambia su expresión facial y su mirada limitada.
Dos puntos son importantes en el juicio. En primer lugar, la presencia del abogado de Sandra, Vincent Renzi (Swann Arlaud), quien estudia la muerte de Samuel con ayuda de un equipo de abogados y un experto en salpicaduras de sangre. Y la otra presencia fuerte de la trama es el fiscal (Antoine Reinartz). Incisivo y de premisas legales sexistas, está obsesionado con la culpabilidad de la acusada y genera, de vez en cuanto, insistencias tan vagas que parecen humor negro. Pero, en el camino, el público puede virar de forma brillante hacia la verdad o la mentira. Todos se llevan las manos a la boca por las pruebas y testigos que van apareciendo. Ese nivel de intriga siempre se siente en los guiones mejor escritos.
Daniel que es llamado a declarar es la clave de la decisión final, pero todos sabemos que miente, o quizás no quizás dice la verdad. Al final es él quien abraza a su madre mostrando que la ha protegido.
Deja un final misterioso en el que el público puede sacar sus propias conclusiones.
Ganó el Goya a mejor película europea y ha sido nominada a cinco categorías en los premios Oscar 2024.
Hay que buscarla.
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