Un drama biográfico político de 2024. Dirigida por Walter Salles con guion de Murilo Hauser y Heitor Lorega. Está basada en el libro “Ainda Estou Aquí” de Marcelo Rubens Paiva 2015. Protagonizada por Fernanda Torres y Fernanda Montenegro, ambas interpretan a Eunice Paiva en diferentes épocas. Basada en un hecho real durante la dictadura militar de 1964 a 1985 en Brasil. Recibió el Oscar a mejor película extranjera.
Como muchas de las películas que se están realizando en América Latina, la que nos ocupa es una extraordinaria contribución a recuperar la memoria de lo que han sido las criminales dictaduras en nuestros países. Sin memoria no se tiene identidad de allí el drama de las personas que pierden la memoria y para sus familiares que en la práctica pierden a su ser querido. Así ocurre con la identidad de un país que pierde la memoria de su historia, por ello el empeño del dictador en borrar los signos y símbolos que nos dan continuidad y nos identifican con nuestra experiencia común. Las sociedades no son mas que un grupo de personas que comparten recuerdos.
Este hecho histórico es rescatado por la memoria de Marcelo Rubens Paiva cuyo padre, el diputado Rubens Paiva fue secuestrado, torturado y desaparecido durante la dictadura. Se calcula que fueron 20.000 personas en total las desaparecidas.
La película comienza mostrando en Río de Janeiro a una hermosa familia. Rubens (Selton Mello) acaba de regresar a casa tras 6 años de un exilio autoimpuesto. Él y su esposa Eunice tienen 5 hijos, viven cerca de la playa, se reúnen con amigos y realizan actividades de apoyo a los exilados políticos que no comparten con los amigos ni con la familia. Actúan en la clandestinidad. Una de las hijas, Vera (Valentina Herszage) es detenida y registrada por las autoridades cuando regresaba a la casa. Comienza a desestabilizarse la situación cuando unos activistas de izquierda secuestran al embajador suizo. Se presentan en casa de los Paiva y se llevan a Rubens.
Allí la historia da un giro, se enfoca en Eunice. Una mujer destrozada que decide que no se va a dejar vencer. Hace un hogar para sus hijos junto con incesante trabajo social. Conserva su alegría en medio del dolor y el miedo, lo que es interpretado por las dos Fernandas de manera magistral. Gana un globo de Oro y una nominación al Oscar. Cuando un periodista le pregunta a Eunice si no debería prestar atención a temas más urgentes que “arreglar el pasado” ella discrepa con firmeza. “Las familias deben ser indemnizadas por los crímenes cometidos en el país y se debe esclarecer y juzgar todos los crímenes cometidos durante la dictadura”. Sin duda esta mujer nos da una gran lección de como sobrevivir en un régimen oprobioso. Aumentar la solidaridad, la compasión, los lazos comunitarios de reconocimiento al otro es salvar la identidad y no dejarse vencer.
Hay que buscarla.
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