jueves, 2 de julio de 2020

Parasite


Sra. Park y Song Kang ho

El director Bong Joon-ho revolucionó el mundo de la crítica con su película Parasite. Ganadora de la Palma de Oro en Cannes se alza en los Oscar de 2019 como: Mejor Película, Mejor Película Internacional, Mejor Director y Mejor Guión Original. Una película de Corea del Sur que enfoca el tema de los conflictos entre las clases sociales con una visión y puesta en escena estéticamente magistral. Dos familias y dos viviendas son las protagonistas de este relato sorprendente. Parásitos unos de otros se consumen mutuamente a través del engaño y la necesidad. Un tema muy trillado nos trae este director con una visión novedosa y un cambio gradual en la emotividad puesta en juego. Comienza con un humor muy oriental y estafas pasajeras muy vistas en situación de sobrevivencia para poco a poco irse sumergiendo en una atmosfera muy oscura, peligrosa y repulsiva.

Una aguda crítica que tiene algo de biografía del director, Bong Joon-ho trabajó como maestro en su juventud en una familia muy adinerada. En la película es como logra la familia Kim penetrar en la vivienda de la familia Park para la estafa que tenían planificada. Trascurre la trama principalmente en la casa de los Park donde terminan los Kim siendo contratados como servidumbre. Logran bajo engaños y trampas muy bien orquestadas infiltrarse en esta casa y así comenzar a disfrutar de riquezas ajenas. Una casa de mucho lujo, sin alma, sin vida donde pareciera que nadie habitara en ella. La casa es una protagonista más y fue construida especialmente para esta filmación.

En contraste la casa de los Kim es una vivienda subterránea donde la gente orina en las ventanas a ras de la calle desconociendo que allí pueden vivir personas. Cuatro miembros de la familia cómplices en su precariedad y vivencias se unen en una vida muy intensa llena de penalidades. Se les observa lamentándose no poder usar el Wi-Fi del vecino a quien le roban la señal. “Sin WhatsApp no se puede vivir” exclama la madre con voz desesperada. Los hijos brincan por la casa en búsqueda de alguna señal que puedan captar. Se ríen y juegan con las circunstancias menos el papá (Song Kang-ho) que ya comienza a asomar la rabia por la miseria de su vida. Su vida cambia cuando a Ki-woo, el hijo mayor, le ofrecen un trabajo como profesor de inglés de la hija de los Park. Comienzan a infiltrarse en la casa ocupando diferentes puestos de trabajo y sin revelar sus vínculos familiares.

Lo que para unos es un espectáculo para los otros es una tragedia, como un aguacero torrencial que cae. Progresivamente se va tornando tenso el ambiente y el espectador cambia para esperar un desenlace de rivalidades a muerte. En efecto, de la oscuridad, del sótano, de los pasillos escondidos surge el sujeto (objeto) condensador de la rabia, la envidia, la frustración y la venganza que generan las diferencias de las clases sociales. Se desborda la tensión que provocan las injusticias no atendidas precisamente en el momento que la casa siniestra recobra vida en una reunión social. Un hombre humillado es el centro de la historia. Las expresiones de si Song Kang-ho actor principal y fundamental va indicando el cambio magistral de la película. Un cambio gradual, estéticamente concebido de la comedia a la tragedia.

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