jueves, 30 de julio de 2020

El ciudadano ilustre

Daniel Mantovani

Una fina y ácida crítica de una cultura altamente distinguida por la adoración a una intelectualidad clasista. Una película de Mariano Cohn y Gastón Duprat que toca las complicadas relaciones humanas estancadas en un pueblo sin cambios, evolución y mucho menos ambición. Las personas muestran una mediocridad que se refleja en un ritmo de vida lento, aburrido, pesado que tratan de esconder en rutinas íntimas y sociales sin gracia ni entusiasmo creativo. De ese pueblo llamado Salas y olvidado por las musas escapa Daniel Mantovani (Oscar Martínez) a quien le es otorgado el premio Nobel de literatura. Premio que acepta para lucirse con un discurso incendiario, cínico que retarda los aplausos y deja al público desconcertado. La actuación de Oscar Martínez es premiada con la copa Volpi en el festival de Venecia como mejor actor. Una película de 2017.

La propuesta es una comedia ácida y de humor irreverente que hace crítica aguda a la idiosincrasia de un país. Al igual que el discurso del Nobel esta película nos deja  anclados a la butaca y sin una reacción inmediata, desconcertados por un inesperado final. Daniel Mantovani escribe inspirado siempre en su pueblo natal que había dejado 40 años atrás y al que nunca más volvió hasta que fue invitado para otorgarle la distinción de Ciudadano Ilustre. Regresar a su pueblo fue un choque cultural. Envidias, celos, competencias, furias incontrolables se desatan alrededor de un personaje revestido por el imaginario de sus pobladores como superior a ellos y despectivo a sus creencias y costumbres. Unos le piden los saquen de ese infierno pequeño valiéndose de ofrecerse sin condiciones, otros le piden dinero para otorgarse una mejor calidad de vida. Resultado un revuelo en la monotonía adormecida de esos seres frustrado.

Paran Daniel este viaje tiene múltiples interrogantes por lo que le pide a su secretaria viajar solo y de incógnito. Es un viaje donde se encontrará con personas que no ve desde hace 4 décadas. Viejos amores, amigos y sitios que siguieron inspirando su literatura, de esa manera también es enfrentarse con el corazón mismo de su escritura. Allí tendrá que vivir con sus añoranzas, sus recuerdos que ya no existen y las insalvables diferencias que lo alejarán para siempre. Inmediatamente pasa a ser un elemento perturbador en la monótona vida de ese pueblo. Son dos formas irreconciliables de vida y maneras de ver al mundo.

Es una película inteligente a la que no le sobra originalidad ni altura en todos los aspectos. Una actuación impecable, diálogos cuidados y bien resueltos. Un relato bien contado sobre las miserias del ser humano y con situaciones que no dejan de sorprender y de mantener en el espectador una fina expectativa. Se resalta al mismo tiempo el abismo que reina entre una vida de opulencia en una mansión de lujo, con empleados que se ocupan de los asuntos rutinarios de Daniel y la vida humilde de personas que se desempeñan en labores rutinarias del campo. Podríamos suponer que cada quien vive según quiso y planificó y por lo tanto no habrían conflictos. Pero no es así, la película relata de manera no planfetaria lo que les sucede a las personas que se sienten atrapados en vidas sin sentido.

Altamente recomendada y disponible en Netfix.

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