Una película de 2021 realizada en Estados Unidos. Dirigida por Bartlett Sher, constituye una nueva película como adaptación de una obra de teatro. Extraordinariamente lograda nos relata el acuerdo que hubo en 1993 entre representantes del Estado de Israel y miembros de la OLP; un difícil y complicado acuerdo que se logra con la convocatoria del gobierno de Noruega. Una pareja noruega, interpretada por Ruth Wilson y Andrew Scott, actúan como intermediarios sin tener potestad de intervenir, solo de facilitar la fluidez de la conversación y servir de anfitriones, brillante actuación. Una historia que en 2017 se hizo con todos los premios de la industria teatral neoyorquina. El mismo dramaturgo J.T. Rogers es el encargado de adaptar su propio texto. Se trata de una reunión secreta de enemigos acérrimos que han participado en un duro conflicto desde la fundación del Estado de Israel en 1948. Conflicto que se encuentra aun sin solución y que de vez en cuando hace explosión como acabamos de presenciar.
El absurdo de este conflicto queda perfectamente revelado cuando Ahmed Qurei, quien sería más tarde el primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina, manifiesta “nunca he visto a un israelí en persona”. Este es el núcleo que sintetiza la deshumanización de la terrible guerra que no termina y que la película ilustra de tal forma que conmueve. Como puede cambiar la interacción de las personas cuando son capaces de olvidar lo que representan y pueden ver al otro como un ser humano. La idea de la película es hacer hincapié sobre las ideas sin que tenga mucha importancia el interlocutor que la está emitiendo. El efecto de la iluminación llevada a cabo por el cinematógrafo predilecto, Janusz Kaminski, de Steven Spielberg produce este efecto, a veces no se ve quien está diciendo qué.
Hay un manejo excelente de los momentos de mayor tensión y aquellos donde parecieran divertirse y compartir un agradable paseo o una apetitosa cena. En ningún momento se vuelve melosa ni belicosa. En realidad, transcurre como la reacción de seres humanos que viven y sufren un terrible conflicto y representan intereses encontrados. Tres son los puntos principales del debate: la lucha por la dignidad de Palestina, el deseo de Israel de ser reconocido por sus rivales como un estado legítimo y la disputa de ambos por el control de Jerusalén.
Difícil en este tema mantener un equilibrio y no inclinarse por resaltar como válidas ninguna posición en detrimento de la otra. Por ello la película decide voluntariamente evitar entrar en las razones de la Segunda Intifada que acabó con los casi siete años de paz entre vecinos. Tampoco nos relata la película por qué se rompió con algunos puntos acordados por parte de Israel. Evita de esta forma tomar partido y dejar al espectador con esta difícil conclusión que siempre traerá polémica.
Una película que está transmitiendo HOB
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