Una película producida en Inglaterra en 1993 de la novelista y guionista Ruth Prawer Jhabala de origen alemán que se casó con un indio. Forma para la realización de esta película un dúo con el realizador californiano James Ivory. Basada en una novela del japonés Kazuo Ishiguro. Una estupenda actuación de Anthony Hopkins como James Stevens y Emma Thomson como Sally Kenton, protagonistas de esta historia.
El señor Stevens (Anthony Hopkins) es el primer mayordomo de la mansión Darlington Hall, que está regentada por un aristócrata inglés. El Sr. Hall pretende hacer un tratado de paz entre Alemania e Inglaterra antes de la segunda guerra mundial. Stevens es un hombre austero, muy rígido que no se permite expresar ni dejarse llevar por ninguna emoción. Antes es su trabajo y compromiso que sus expresiones amorosas, que las tiene por su puesto, pero las reprime.
Su padre que sirvió toda su vida y que está muy orgulloso de ello, lo enseñó a no trasmitir sentimientos. Ya mayor se le dificulta cumplir con sus tareas y muriendo le revela al hijo que su madre le fue infiel y por ello rompe su vínculo matrimonial. Stevens no mueve un solo músculo de su cara. Muere el día en que Lord Darlington da la cena final a influyentes personalidades. Stevens no se permite abandonar sus tareas para ir a asistir a su padre en los últimos momentos. Aprendió a no mover un músculo de su cara, a no hacer ningún gesto y sin embargo uno lee sus emociones. Qué gran actuación, solo Anthony Hopkins podría lograrla.
La señorita Kenton entra a trabajar como ama de llaves y se enamora de Stevens, amor que muy pronto se hace mutuo pero que Stevens no permite que se exprese. La señorita Kenton se le insinúa varias veces y es rechazada por Stevens hasta que acepta casarse con otro y se va. Se encuentran muchos años después.
No les cuento más nada para que se animen a verla. Una interesante historia con excelentes actores y dirección.
En este momento se encuentra en Netflix.
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