Una coproducción alemana,iraní y checoslovaca. De 2020 dirigida por Mohammad Rasoulof y guion del mismo director. Interpretada por Ehsan Mirhosseini, Shaghayegh Shourian, Kaveh Ahangar, Alireza Zareparast, Salar Khamseh, Darya Moghbeli, Mahtab Servati, Mohammad Valizadegan. Titulo original Sheytan voujud nadarad, también conocida como There is no evil. Fue premiada con el Oso de Oro en Berlín 2020.
Nuevamente estamos comentando una película que exige ser puesta en contexto. El director no es solo un cineasta sino tambén un firme defensor de los derechos humanos en una teocracia arcaica, represora, contradictoria y en constante conflicto con la sociedad civil iraní. Son cuatro historias que no poseen igual valor. La primera impacta y para mi es la de mayor interés. Un ser dividido entre la lealtad y bondad con su familia y la frivolidad con la cual ejerce un trabajo muy cruel. La segunda y también muy buena, un verdugo que reconoce a su víctima. Las dos restantes sin son mucho más vacías.
En general encuentro de mucho valor la propuesta en contra de la pena de muerte. Hay que tener en cuenta que Rasoulof tiene que filmar escondiéndose pues lo tiene prohibido. Es de un gran coraje cívico, sin duda. Muestra una determinación ética más que una perfección en el escrito. Es un ataque contra el abuso que allí se hace de la pena de muerte y desde el punto de vista de aquellos ciudadanos que son obligados a ejercer de verdugos. Son los ejecutores de asesinatos legitimados y directamente cometidos por el estado en nombre de la ley. En el tercer cuento hay una declaración explícita, uno de los personajes habla del poder de los ciudadanos para oponerse a participar en un sistema que repudian. Un sistema que solo se puede sostener con una gran complicidad de muchos civiles.
En algunas regiones puede ser vista en Prime Video, aquí en Venezuela hay que buscarla.
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